lunes, 22 de diciembre de 2008

TORTUOSO VIAJE A LA CAPI

Ya estamos a las puertas de la navidad y en mi aun no ha entrado el espiritu de los duendes de la fiesta de Papa Noel y los Reyes Magos. Aunque me imagino que no tardara mucho en aparecer ese cosquilleo que me llega dentro cuando veo a Diego lo emocionado que se va encontrando segun van pasando los dias de navidad.

Que nadie se sienta mal y que nadie se crea que me habia olvidado de vosotros en estos dias, pero gracias a la llegada de la navidad, en el trabajo hemos hecho de nuevo el belen de la catedral. Digo de nuevo, porque este belen tiene una trayectoria de mas de diez años, y digo de la catedral, porque aunque el belen completo es nuestro( del Retes 22, que es mi unidad militar), el poder instalarlo en un sitio tan impresionante hace que el belen forme parte del mismo. No os exagero si digo que este año hemos utilizado 9000 watios y 3000 metros de cable. Parece increible, pero lo que en verdad es, es impresionante. Fijate que dos palabras con un significado tan parecido, proviniendo de palabras en principio tan diferentes. La una del creer, y la otra de impresion, aunque las dos hablan de un abstracto, creer requiere un esfuerzo de la cabeza en tomar partido, en cambio la impresion es un primer momento sin dar vueltas al concepto. Y ademas dentro de una jerarquia de valores es mas importante algo increible pues es algo que ni siquiera, aunque le des vueltas al coco, puedes llegar a pensar que sea cierto. En cambio algo impresionante, es algo que al recibir la sensacion, ya sea visual o de cualquier otro tipo, te conlleva una sensacion de asombro.

Este fin de semana fuimos a Madrid a sentir de cerca la navidad. Y es que es lo que tenemos la gente de pueblo, que cuando llegan fechas señaladas, nos creemos que en la capital viven las cosas de forma mas intensa o mejor. Como que nos puedieran dar clases de vivir la navidad en una ciudad que en la calle hay diez personas por metro cuadrado y la media de horas dedicadas al trabajo diarias es de once. La navidad si que la senti un poco, pero lo que de verdad senti fue el contacto con la gente. Dios mio que marabunta en el centro de Madrid.
El viernes nos poniamos en viaje despues de comer, y es que por la mañana tuvimos el festival del colegio de Diego. Y por supuesto como padres orgullosos de su hijo fuimos a tragarnos las dos horas de festival, para ver los tres minutos de actuacion del enano. Aunque a punto estuvimos de no poder ir los dos a verlo, ya que Lucia llevaba dos dias un poco pachuchilla. Desde el miercoles por la tarde, no habia dejado de vomitar, llegando incluso a tener fiebre en algun momento. Pero como la noche del jueves la paso sin problemas, pues decidimos bajarla lo que duro el festival a la guarderia.

El festival fue muy divertido, aunque habia profesores que con los numeros que habian montado con los chavales, estaban mas pendientes que la monja directora del colegio tuviera su momento espirutual del dia, que el que los niños se divertieran. Los numero en general fueron bastante originales, pero el bombazo fueron los pequeños. Tuvimos que coser un boton en cada dedo de unos guantes y otro en la palma, para que cuando diesen palmas sonasen los guantes. Imaginar que os toca montar un coreografia de un villancico con veinte niños de tres años. Pues eso es lo que consiguieron las profesras de Diego. Ya cuando le vimos subir todo emocionado a mi se me empezaron a saltar las lagrimas de la emocion, de la mia no de la suya. Cantaron un villancico, le cual nos sabiamos todos los padres pues llevabamos dos semanas escuchandolo en casa, y recitaron una poesia. Y cada frase hacia un movimiento gesticulando. Ver como se fijaban los unos en los otros pues se iban perdiendo y sonreian cuando les tocaba dar golpes con sus sonoros guantes. Fue uno de esos momentos que a un padre le da igual que fuera del teatro tenga un banco con un hipoteca esperando.

Cuando abrieron las puertas del teatro, todos los padres subimos a la segunda planta, pues la primera, como es logico, estaba reservada para los niños del festival. Pues los padres que somos unos incoscientes, empezamos a invadir todo el anfiteatro y donde cabian unos cincuenta nos metimos unos doscientos. Llego incluso a avisar una profesora, que como no nos colocasemos en otro sitio, corriamos riesgos de derrumbarse la plataforma. Que burros somos cuando queremos las personas. Entre la incertidumbre, Ester y yo conseguimos sitio al final, justo al lado del escenario, y es burros no se, pero avispados somos un rato.

Al recoger a Lucia de la guarderia nos dijeron que habia estado muy bien, y que no habia vomitado. Asi que nos pusimos manos a la obra para irnos a Madrid. Y a las cuatro y algo saliamos en nuestro coche. Y a eso de las seis menos algo haciamos una paradita para merendar. Dichosa parada, pues a partir de esta parada, el viaje se torno en pesadilla. Lucia empezo a vomitar y a llorar. A llorar de hambre que no tenia nada dentro. Paramos en medio de la nada para limpiarla y cambiarla. y alli estabamos en lo alto del puerto rodeados de nieve. Y con una lucecita en el coche, con la calefacion a tope, el gordito malhumorado porque le habiamos despertado y Lucia toda pichi desnuda cogiendo el volante. Cualquiera que nos viese pensaria cualquier cosa de la foto que representabamos. Ademas la gordi, cada vez que vomita se queda luego tan traquila y feliz como siempre. Mas tarde tuvimos que volver a parar para que Ester se pusiera a su lado para tranquilizarla. Menudo viaje que vivimos, y menos mal que Diego aunque sorprendido supo comportarse como un campeon.
El fin de semana lo hemos pasado con las nuestras Rosas del Desierto (Moni y Maqui) y su hijo Jaime. Nos sentimos como en nuestra casa y de verdad que nos hacia falta, el poder relaccionarte durante un par de dias con amigos, para contarte cuatro cosas y echarte cuatro risas, hacer un poco mas fuerte los lazos y darnos cuenta de los amigos tan maravillosos que tenemos. La verdad es que la suerte que tuvimos conociendo a estas dos Rosas fue muy grande, quizas por eso mismo no nos ha tocado nada en la loteria de navidad. (Miento, nos han tocado cincuenta y cinco euros).

El sabado fue dia de no parar, recorrimos medio Madrid. Y los niños aguantaron todo el tiron sin rechistar, sobre todo Lucia. Diego se durmio en el centro y le tuve que llevar dormido a cuestas durante una hora. Pero ni lloros, ni quejas ,... de verdad que se que un padre siempre barre para casa, pero os aseguro que el comportamiento de los dos enanos no tiene precedentes en la historia reciente. Tambien hay que decir que todo lo que aguantaron el sabado, lo durmieron el domingo, que la casa parecida un campo de batalla.
Malas noticias para el que le importemos: a Ester no la han renovado. Asi que despues de estas vacaciones que tiene hasta el dia de fin de año, Ester vuelve a ser ama de casa. Esperamos que no dure mucho este estado laboral.

Anoche en casa hubo un momento magico. Despues de cenar, mientras Ester terminaba de recoger las cosas, me fui con los dos enanos al comedor y los deje en la alfombra. Diego cogio el andador de Lucia y se escondio tras los sillones. Y ella empezo a buscarle, Diego se reia a carcajadas escondido, y Lucia se reia mietras gateaba hacia la direccion donde le habia visto la ultima vez. Cuando al final giro el sofa y se encontro a su hermano escondido, los dos rompieron a reir a carcajadas. Menudos dos amigos van a ser esto dos. No hay nada mas bonito que uno de tus mejores amigos sea tu hermana/o, y os lo digo sabiendo lo que digo pues yo lo tengo y espero que el grumete y la guijuela tambien lo tengan.