La verdad es que es una barbaridad, lo que puede cambiar la princesita semana a semana. Este fin de semana, que vinieron todos los abuelos, todos ellos decían que estaba muy cambiada de una semana atrás y es cierto, lo hablamos luego Ester y yo y nos dimos cuenta , que sobre todo es mucho mas larga sin habernos dado cuenta.
Ester ha empezado a volver a ser mujer otra vez. Ya me entendéis, eso que pasa a las mujeres que solo pasa a las mujeres, y que si te pasa es que ya eres una mujer. Pues ala otra vez. Y por lo que dice con fuerza. Yo no entiendo al que creo el cuerpo de la mujer, si no podía haberlo inventado de otra manera. Y como se lo explicas una vez echa lo que la va a pasar:
"Vas a sangrar como un cochinillo todos los meses mas o menos. Y si eres mala, sangraras cuando a mi me de la gana. La única forma de que no sangres es que procrees nuevos hombre, que expandan la palabra por el mundo."
Hace tiempo escuche decir a alguien, que no el nunca se fiaba de las mujeres, por que algo que se tira sangrando durante tres días y luego sigue vivo, seguro que tiene un pacto con el diablo. Y hombre un pacto con el diablo no se, pero que estas cosas te hacen pensar ya te digo yo. Je, je, je...
Y mi campeón, pues sigue como un campeón. Diego es el niño que mas quiere a su hermana del mundo, y es que es pa´ verlo. Besos, carantoñas, caricias,... luego crecerá y no la hará ni caso, pero de momento si. El otro día se la puse un rato encima y el estaba mas contento que todo con su hermanita. La que no estaba tan contenta, era Ester, que justo entre en el comedor, y cuando vio la escena empezó a decir que si era un inconsciente. Y todo por intentar fomentar la relación entre hermanos.
Nos estamos dando cuanta, que Diego es muy sociable con los niños, pero que en cuanto hay problemas se acobarda y retrae mucho. Nos han pasado dos cosillas estos días que lo demuestran. Estando en un bar dando de merendar a Lucia, estaba el jugando por allí, cuando llego un niño de su edad, pero bastante mas pequeño que el en tamaño. Uno de estos niños, que cuando juegan, siempre están empujando y golpeando, que cuando le ves que te lo hace al tuyo te dan ganas de hacérselo tu a su padre. Pues el niño le dio un golpe a Diego, no muy fuerte, pero lo suficiente para que a Diego le sonasen las alarmas. Y a partir de ese momento, cada vez que el niño se ponía violento, Diego venia corriendo donde estábamos nosotros y se echaba a reír:
-¿Que te pasa Diego?
-Tengo miedo del niño.- ¡¡¡¡¡ME CAGO EN TODO!!! Pero bueno, como va a tener miedo de ese canijo. Cuando escuchamos eso, tanto a Ester como a mi se nos revolvieron las tripas. Pisale y aplastale pero no me digas que tienes miedo. No te dejes intimidar.
-Tengo miedo del niño.
Y luego cuando le preguntas que tiene que hacer cuando alguien le pega, te dice con cara de burro.
-Pegar un puño en la cara fuerte fuerte.
Pero me da a mi, que este pequeño gañán va a pegar menos todavía que su padre. Yo era un cagón, cuando yo tenia problemas era mi hermana la que tenia que ir a defender mi integridad, y ya claro, pues por obligacion me metía yo. Que si no yo me callaba y tan tranquilo a llorar a casa.
Y la segunda fue en la plaza del barrio el sábado. Estaba el con su autobús mas feliz que un ocho. Cuando llego el niño rumano. Y no digo rumano de forma despectiva, pero es que antes iba a la misma guardería de Diego, pues tienen la misma edad y desde el principio como sabes como se llaman los niños, pero si sabia que su padre era rumano, pues se quedo con esa clasificacion. Por cierto el niño rumano, es de la edad de Diego, pero es una mala bestia, que ocupa casi el doble que nuestro campeón. Entre lo grande que es y la cara de asesino que tiene da miedo. Cuando le tienes a lo lejos y de repente ve que en tus manos tienes algo que le gusta, viene corriendo hacia ti, valanceandose de lado a lado, echando babilla por la boca, que te aseguro que a pesar de tener casi treinta años, apunto estoy de levantarme y salir corriendo en otra dirección. Pues al susodicho se le antojo el autobús de Diego. Y aquí si nuestro campeón, no cedió ni media, y aguanto con el autobús en sus manos todos los embistes del pequeño morlaco. Pero ya solo con la primera tentativa del cabestro de quitarle el autobús, ya teníamos a Diego llorando como si el hubieran mordido en la oreja. Por cierto, que lo he dicho por casualidad, pero si que es cierto, que el niño rumana, se parece mucho a Mike Tyson. Y el padre imaginatelo como es. Dos metros de alto y mas de ciento diez kilos de carne y huesos. Yo creo que es el único niño que si se pegase con Diego, no iría a decirle nada a su padre. De todas formas visto lo visto, he apuntado a Diego a clases de boxeo para que poco a poco sepa donde golpear sin dejar marcas. A ver si así se va soltanto.
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