martes, 28 de octubre de 2008

ESTER MONTA UNA PISCINA CUBIERTA

La crisis invade nuestras almas y se introduce en nuestros cuerpos cambiando nuestras personalidades, aumentando nuestro strees y poniéndonos de mala leche. Y es que con tanta crisis, el banco esta empeñado en que le escribamos un libro sobre nosotros para darnos la hipoteca. Llevaremos entregados unos cien folios sin exagerar. Ayer nos pidieron la vida laboral de Ester. Veo que el siguiente paso es pedirnos la ultima edición de la biblia que tengamos en casa firmada por su autor. Y yo es que hay días que no puedo mas, me veo superado por la situación. Trabajas lo que haga falta para sacar tu vida adelante, y lo haces sobradamente. Pero aun así parece que el ser supremo que maneja nuestras vidas no lo ve. Bueno el ser supremo o el dueño del banco. Llegas a casa con un abatimiento que no es normal, y menos mal que en cuanto ves a esos dos pequeños que es lo mas grande que nos ha dado la vida y no el banco, se te quitan todos los males.

Para colmo de males, o para colmo de circunstancias fatales, Ester el miércoles pasado se hizo un esguince en el pie. Pobre mujer. Que tenia que ir cojeando a todos los sitios. Parecía el Cojo Manteca. ¿Y como se lo hizo? Pues trabajando. Se resbalo en la cocina sacando una comanda.

Además los dos primeros días, el dolor fue en aumento así que decidió ir a un masajista. Y para su sorpresa no fue una sesión de dolor incontrolado como ella se esperaba. Llego muy contenta y encontrándose mucho mejor. De echo a lo largo del fin de semana se ha recuperado muy bien y ayer mismo la dieron el alta. Y es que tras esa fachada de mujer frágil tenemos a una mujer de acero. De acero pero por supuesto también mentalmente afectada con todo esto del banco. Eso si Ester ya ha encontrado la forma de combatir el strees. Y si no que se lo digan al medio torto que desapareció ayer por la tarde en casa. Ya os estoy viendo las caras a algunos, sobre todo a mi hermana ¿Que es el torto? Pues el torto es un pan tipo entre torta y panete, que esta todo relleno de uvas. De verdad que muy bueno.

Y claro con tanto oleaje bancario pues ayer cuando llegue del ensayo me encuento que entre la madre y los hijos casi inundan la casa. Menos mal que no es aun la nuestra. Os cuento. Ultimamente tenemos a Lucia otra vez con muchos mocos, y cuando llegan las horas de la noche, pues la cuesta respirar y con ello dormir. La cuesta tanto el respirar, que cuando esta tomándose el biberón de la cena suele vomitar. Pues ayer vomito. Y Ester rápidamente inicio la operación de limpieza. Dejo a la canija en la cuna, llorando. Y al enano viendo la tele. Y entre que si lleno el cubo de agua, que si me voy corriendo al comedor, pues que con tanto agetreo y regocijo que el cubo acabo en el suelo y el agua todo desparramado por la casa. Parecía que se había roto una cañería. El pasillo entero, la habitación de Diego, el comedor,... y todo esto Diego viéndolo sentado desde el sofá del comedor y la dice a su madre:

-Mami lo has tirado ¿Porque has tirado el agua?

Claro, un niño de tres años que le tienes abrasado a lo que no puede hacer, a lo que es malo, a llevarse un azote cuando se pasa, y de repente ve a su madre jugando a montar una piscina en el pasillo. Pues me imagino que estuvo incluso apunto de enfadarse.

-Cariño no pises por aquí y vete donde Lucia que esta llorando mucho.

Que yo no se por donde piso el niño para no pisar el agua. Tuvo que ir volando o saltando por los muebles.

Ester recogiendo y Diego intentando calmar a Lucia.

-Mami coge a Lucia que esta llorando mucho.

Claro, y te pones a fregar tu no enano. Le había dejado los dibujos a medias, y el estaba perdiendoselos por agarrar la mano a su hermana que no paraba de llorar. Entre que pitos y flautas, y que Ester terminaba de recoger dijo Diego:

-Mami quiero agua.

Ester no sabia si estaba escuchando bien o lo estaba imaginando.

-¿Que dices cariño?

-Que quiero agua.

-Anda pues ven o coge un poco que por aquí hay mucha.

A lo cual el niño pondría esa cara que pone el cuando se da cuenta que le han dicho algo que no tiene mucho sentido.
















Por lo demás pues como siempre, ni mas ni menos larga que cualquiera a mis treinta años, ya ves tu. Los trabajos la verdad es que cada día mas habituados y con ello mas cómodos en el día a día.

Y que sepáis que ya sabemos lo que Diego va a ser de mayor. Si sigue así va a ser campeón del mundo de domino. Ayer estuvimos jugando Mami, Diego y yo al domino de Pocoyo que le regalaron y es fiera. Además fiera de que cuando las cosas ve que no le convienen porque no va a ganar, empieza a hacer como que no se entera e intenta hacernos trampas. Gano las dos primeras partidas, y la tercera la gano Mami y se pico:

-Pero, yo quería ganar. - Dijo con el morro de choto que pone cuando va a llorar. Y se me encendió la "Luz roja de la educación". Esta luz, la cual se me ha encendido varias veces ya, y otras tantas que se encenderá, es como bien se sabe por su color una luz de emergencia. Y se me enciende cuando hay que tener cuidado con como le explico a los niños las cosas para que no tenga problemas mayores. En ese momento se me encendio al ver que el niño tenia el enfado por haber perdido, y se me estaba alterando poco a poco.

-¡¡¡Muy bien Mami!!! ¡¡¡Has ganado!!!- Es lo primero que se me ocurrio. Y Diego se quedo un poco estrañado, de que algo que le hacia sentir mal estuviera bien. Pero al ver que era su madre la que había recibido el alago, no se enfado mas. De echo la siguiente vez que también gano Ester, directamente dijo todo emocionado:

-¡Muy bien Mami!

La "Luz roja" dejo de brillar con tanta fuerza, pero sigue alerta con esto del sentimiento del mal perder. Os lo digo yo, que en un niño eso de tener mal perder esta muy mal. Ya me lleve yo un buen bofetón de un amigo cuando eramos enanos, por que le gane en una carrera del colegio. Eso si seguimos siendo amigos.